martes, 24 de noviembre de 2015

CITA CON LOS LECTORES EN LA LIBRERÍA DESNIVEL DE MADRID


Fachada de la Librería Desnivel (dibujo de Joaquín González Dorao)

Si la semana pasada presentaba el libro en Vitoria, Olvera y Málaga (os debo una entrada con las fotos de esos eventos), ahora le llega el turno a Madrid. La presentación, como no podría ser de otra manera, se realizará en la Librería Desnivel, un templo por el que han pasado grandes nombres, como Walter Bonatti o Reinhold Messner, y que constituye un verdadero paraíso para todos los que amamos salir de casa con rumbo incierto y la mochila a la espalda.

 Así que ya sabes, si vives en la capital y quieres saber más de estos relatos o que nos conozcamos en persona, reserva un hueco en tu agenda y acércate por la Librería Desnivel. Seguro que pasamos un buen rato.

Presentación Carta desde el Toubkal
Librería Desnivel
Plaza de Matute, nº 6 (Madrid)
Jueves 26 de noviembre, a las 19:00 h

A todos los asistentes se les obsequiará con un marcapáginas de regalo.

https://www.libreriadesnivel.com/agenda/395

Agenda

jueves 26 de noviembre

PRESENTACIÓN: Carta desde el Toubkal

por Pedro Delgado
PRESENTACIÓN: Carta desde el Toubkal
Con una prosa sencilla y ágil, el autor nos acerca con sus escritos a un mundo que conoce y ama: el Marruecos misterioso y desconocido. Sus historias emanan de la Montaña, el Alto Atlas bereber, una tierra de gente hospitalaria y fuerte que afronta el destino con la misma impasibilidad con la que encara los rudos e inhóspitos inviernos.
En los cuentos recogidos en Carta desde el Toubkal, los episodios reales se mezclan con los imaginados sin que podamos hallar la línea invisible y caprichosa que los separa. Algunos relatos hablan de los que van allí, de los extranjeros que se adentraron en ese mundo y volvieron cambiados.
Pedro Delgado Fernández (Málaga, 1966) Finalista del VII Premio Desnivel de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura. Viajero por vocación, ha recorrido medio mundo en busca de aventuras, de ahí que las geografías en las que escenifica sus historias estén siempre a muchos kilómetros de casa. Es autor de Al sur del Sahara (Ed. Caligrama, 2000), Neguinha la garimpeira -Amazonas: la última frontera- (Barrabes Editorial, 2007), Los ojos del cordero (Editorial Alfama, 2008) y Carta desde el Toubkal (Ediciones del Genal, 2015). Durante mucho tiempo, compaginó su trabajo de profesor de Ed. Física con el de guía de montaña y viajes en Marruecos; por eso el gran peso que tiene este país en su narrativa. Como atleta de fondo llegó a ser internacional, pero tras el éxito de Al sur del Sahara, cuaderno de viaje recomendado por la prestigiosa Lonely Planet, colgó las zapatillas para dedicar más tiempo a escribir.
Si quieres saber más, te esperamos el jueves 26 de Noviembre a las 19H.


domingo, 22 de noviembre de 2015

ALPINISMO BISEXUAL Y OTROS ESCRITOS DE ALTURA

El pasado domingo, aprovechando el viaje en AVE a Madrid, la larga espera en Chamartín y el último tirón de tren hasta Vitoria-Gasteiz, me leí Alpinismo bisexual y otros escritos de altura, de Simón Elías Barasoain. 


 Yo viajaba para asistir como ponente a las VI Jornadas de Literatura, Cine y Montaña, y quizás buscando imbuirme todavía más de esa pasión montañera, me eché el libro al bolsillo de la chaqueta (tiene el tamaño propio). Lo había comprado unos días antes por impulso, atraído por la portada y la vis cómica de su semblanza biográfica, y al arrancar el tren y empezar a leer la introducción del autor, me di cuenta de que había acertado.
EL ALPINISMO ES ALGO grotesco. En el verano del año 1980, los japoneses Motoso Ohmiya y Koji Okano alcanzaron por primera vez la cumbre del Latok IV, una montaña del Karakórum pakistaní con una altitud de 6.456 metros. Durante el descenso, mientras cavaban un agujero en la nieve donde pasar la noche, cayeron cincuenta metros en una grieta glaciar. Inmovilizados por las múltiples fracturas que les produjo la caída y estancados en la profundidad de la grieta de hielo, esperaron durante cuatro días con la esperanza de que sus compañeros del campamento base llegaran a socorrerles. El cuarto día, al entender que su equipo les había dado por muertos, comenzaron a cavar un túnel en la nieve para intentar alcanzar la superficie. Tras doce horas cavando, Ohmiya consiguió escapar y se arrastró montaña abajo con una pierna rota. Cuando alcanzó el campamento base, milagrosamente encontró a sus compañeros desmontando las tiendas, a punto de partir. Koji Okano fue liberado de su mortaja helada, ocho días después del accidente, al límite de morir de inanición e hipotermia. 
 Definitivamente el alpinismo es algo grotesco: hombres y mujeres con los dedos congelados, cuerpos sin vida colgando al final de una cuerda, esfuerzos homéricos para alcanzar una cumbre en la que no se puede respirar ni mirar el paisaje... La práctica del alpinismo es, sin duda, uno de los mayores actos de estupidez que puede cometer el ser humano. Aquí reside su grandeza. Cuando un hombre o una mujer son capaces de dejarlo todo para ir a escalar una montaña en un remoto confín de Asia, donde probablemente perderán la vida, la historia nos conecta con nuestra más oscura humanidad: la búsqueda de lo desconocido, el reto, la etérea y alucinada percepción de uno mismo a través del esfuerzo y la vida en la naturaleza. Sobre estos temas ha girado la literatura universal desde que un tipo salió de casa para ver qué había al otro lado de la colina y otro se dispuso a contarlo. Quizás por eso, lo más interesante del alpinismo no es la actividad, el simple acto de subir montañas, sino todo lo que gira alrededor de una idea tan descabellada: los viajes, las noches de espera en ciudades que intimidan, la ley de países sin política, montar a caballo, despellejar animales, las pulgas, el nomadismo, las diarreas... Intentar convertir la épica en un acto estúpido y la estupidez en un acto épico ha sido desde siempre el objetivo de mi escritura. 
 [...] los alpinistas somos una panda de felices capullos camino de la extinción.
 El logroñés Simón Elías deja traslucir un fino humor en sus escritos, pero también la pasta de la que está hecho. Estamos ante un alpinista que transita el "escenario severo de las montañas", pero que huye de los oropeles de la cima y la pose de tantos.

 He leído sus piezas breves despacio, como si estuviese catando un vino, deleitándome con personajes como Chango Chuck, un tipo con aspecto de Papá Noel empeñado en escalar los mil metros lisos de El Capitán haciendo autoestop;
Chango sobre todo era un excéntrico. No se limitaba a escalar. Lo importante era el viaje por el océano vertical que él entendía como una larga y profunda conversación consigo mismo. Lo importante era estar lejos del suelo y de la policía y de los autobuses de turistas y de las tarjetas de crédito, por si acaso todo se calentaba de repente y estallaba. Chango tenía una visión apocalíptica del mundo y una casa improvisada bajo El Capitán donde siempre trataba bien a las visitas.

El Capitán, Yosemite

Chad McMullen, su compañero de instituto con quien viaja en pos del escenario de una fotografía en la que se ve a Jeff Lowe escalando en Moab asegurado por Catherine Destivelle;
[...] Al fondo de la imagen se perdía la inmensidad del desierto. "¿Dónde está esto?" le pregunté a Chad. Me miró con desprecio, dando a entender que yo era un paleto integral. "Esto es Utah, idiota, el desierto, las torres rojas, Supercrack, los mormones y el único lugar donde la cerveza coloca menos que la Cocacola". Como siempre Chad hablaba con ese aire de superioridad que le daba ser un senior popular en Palmer High School y dedicar su ocio a explorar las montañas de Colorado.
o Justus, el guía del Rwenzori que Simón nos presenta con trazos ajustados, los mismos con los que nos describe el paisaje, las ciudades y sus propias aventuras, algunas en regiones remotas del Tíbet, Pakistán, Nepal, Argentina o Uganda, en las que siempre es una suerte terminar el día enteros y lejos de una comisaría. Leo las páginas con un Staedtler del nº 2 (sí, como mi Alain Lampard en Los ojos del cordero) y subrayo aquí y allá frases que me habría gustado que fuesen mías.
Se giró hacia mí con esa expresión con la que Jesucristo debía mirar a sus discípulos. 
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Los perros olisqueaban entre el barro, las basuras y los cristales rotos. De vez en cuando levantaban la cabeza para lanzar un ladrido de advertencia al extranjero.
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Justus tiene cuarenta años y dos hijos, es guía del Rwenzori desde hace veinte años. Es un tipo serio, ancho y bajo, compacto y musculado. A la tarde, el cámara nos junta para una entrevista. Las sillas están tocándose para que los dos podamos entrar en el plano, con lo que mis rodillas se encajan en las de mi compañero. Justus se sienta a mi lado y, poniéndole una mano en la pierna, le explico las exigencias del guión. Acabo diciéndole con un guiño que no se preocupe, que pese a estar tan juntos no le voy a besar, todavía. El negro estalla en una carcajada, me coge una mano entre las suyas y mirándome con toda la profundidad de África en sus ojos me dice: "Míster, nunca te voy a olvidar". Esta es la mejor cumbre del viaje.
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Los camareros ataviados con camisa y pajarita traen una ronda más. Yo bebo anís turco -raki- mezclado con agua, Alí bebe whisky y las chicas vodka con cola. Nurlana levanta la copa para brindar y con la otra mano aprovecha para tocarme el paquete. Nos miramos a los ojos, girando la cabeza en un viaje de ida y vuelta, y damos un trago largo. No hace cuatro horas que estoy en esta ciudad y presiento que me estoy metiendo en un buen lío.
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Cuando miro a mi madre salir a buscar leña entre la nieve pienso en los primeros viajes a la Patagonia donde vivíamos en el bosque, en medio de un limbo reconfortante. Íbamos buscando una cosa pero encontrábamos otra. Veníamos buscando montañas como el Cerro Torre pero encontrábamos las tardes junto a la hoguera tomando mate, el tiempo interminable para leer o para hacer equilibrios sobre una cuerda floja tendida entre dos árboles. Encontramos que tan importante era escalar montañas como vivir en medio de una naturaleza agreste que te protegiese de las normas del exterior. Allí entendimos que la libertad era peligrosa. Un fallo no suponía la regañina de un jefe o una multa del Ministerio de Hacienda. Un fallo en la libertad de la naturaleza supone la muerte o el accidente.
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En la montaña la felicidad es muy básica: si el día es duro y peligroso consiste en seguir sintiéndote vivo. Si es tranquilo y seguro, es suficiente con un plato de arroz con pollo y un saco de dormir.
 Simón Elías aprovecha también estas páginas para meter algunas pullas, muy acertadas por cierto. Nunca he tenido teléfono móvil ni GPS, y mi pulsómetro es el más básico de todos, así que suscribo sus palabras sobre las nuevas tecnologías:
Los días previos hay que descargarse los itinerarios en el GPS. Estas máquinas inteligentes están ayudando a acabar con la poca materia gris que todavía tenían algunos seres humanos excepcionales. [...] Salir a la montaña es un ejercicio tecnológico que no solo no potencia las habilidades del ser humano sino que las esconde bajo un escudo de máquinas de compleja utilización y elevado precio. [...] pese a las grandes inversiones en investigación y desarrollo, los inventos solo funcionan respaldados por las habilidades con las que el hombre ha recorrido las montañas desde el inicio de la exploración alpina: prudencia, conocimiento, técnica y forma física.
 También comprendo sus palabras (no sé por qué muchos no entendieron las de Trueba) cuando escribe:
Quizás una de las mejores cosas de ser español es que nunca nos podremos sentir orgullosos por ello. 
El mejor lugar para entender el nacionalismo es el exilio. [...] A las seis de la tarde los guías de Chamonix esperan a la entrada del histórico edificio de su compañía la apertura del tour de rôle: la designación por orden de titularidad del trabajo del día siguiente. Algunos guías españoles, colombianos, italianos y argentinos deambulamos por los pasillos del imponente edificio, entre las fotos intimidantes de señores de grandes bigotes ataviados con pantalones bávaros, esperando a que los locales se repartan el trabajo y el jefe-guía nos ofrezca unos turistas a los que pasear por los glaciares. El procedimiento está sujeto a un pomposo protocolo marcado por los rangos como en un campamento de boy scoust. Por ahora somos los que limpian las letrinas. Mientras camino por los pasillos del insigne edificio me viene a la mente una imagen familiar: las cuadrillas en el puente sobre el Ebro, durante la época de vendimia, esperando a que una furgoneta pare y el conductor señale a tres o cuatro afortunados que podrán cortar uva ese día. La inmigración es un duro ejercicio. Salimos de casa pensando en abrir una cuenta en Suiza y acabamos vaciando ceniceros, porque, de tan feos, no podemos ser bailarinas.
 Y sus críticas a la legislación en la montaña y a las competiciones que en ella se desarrollan:
Durante años hemos ido a la montaña para buscar espacios de libertad. La escalada, el puro ejercicio físico de ascender, era algo anecdótico; lo importante era compartir un vivac con los amigos, comer una pasta que sabía al té del desayuno y compartir un cigarrillo bajo las estrellas, lejos de toda legislación. En la montaña, en la naturaleza salvaje nos alejábamos de las constricciones sociales y crecíamos como personas, como amigos y como comunidad; luego intentábamos implementar esos valores en la vida urbana para hacer de ese mundo violento un lugar un poco más apacible. Finalmente hemos hecho lo contrario. Hemos traído a la naturaleza la competición, la selección biogenética y los cronómetros. También el respeto a las leyes y la implantación del intercambio comercial como centro de una actividad en la que la felicidad se medía por la cantidad de tierra acumulada en las orejas. Hemos creado un conjunto de reglas inviolables que rigen la vida campestre y que asfixian todo elemento lúdico. Vinimos a buscar espacios de libertad y construimos monstruos normativos. Íbamos a hacer un viaje de escalada y acabamos haciendo turismo de montaña.
 Y denuncio, como él, la poca valoración que se le da al trabajo de los escritores, de los artistas en general, como si pensasen que vivimos del aire.
Quizás hubo un momento en que esto fue un país pero ahora se ha convertido en un teatro. También en una calle oscura de arrabal donde salir desvalijado. En menos de un mes el que suscribe ha recibido más de media docena de proposiciones para trabajar sin cobrar. Las ofertas para trabajar a bajo precio han superado la docena. [...] Hace unas semanas la directora de un conocido medio de comunicación digital se puso en contacto conmigo para pagarme un trabajo entregado dos meses atrás. Al señalarle su falta de sensibilidad por no responder los correos electrónicos y pedir el pago de mi trabajo que consistía en un reportaje de cuatro mil palabras y más de una docena de fotografías, ella me respondió: "¿Qué te parecen setenta euros?". A lo que el que suscribe replicó: "Me parece excesivo".
 Bueno, creo que Simón no me perdonaría terminar esta entrada sin un puntito de alegría, así que os anoto el chiste que nos cuenta el propio Simón en el relato Gorilas de montaña. Fue leerlo y no poder parar de reír:
Alguien cuenta un chiste sobre un tipo que fue a ver a los gorilas de montaña. Al parecer un macho de doscientos cincuenta kilos le sodomizó entre las lianas. Su amigo le pregunta: "¿Estarás jodido no?". A lo que el damnificado responde: "Estoy destrozado... No me llama, no me escribe...".

Simón Elías Barasoain (Foto: desnivelpress.com)


Nota: Los textos de Alpinismo bisexual y otros escritos de altura, pertenecen al volúmen de relatos de Simón Elías Barasoain, publicado por Pepitas de calabaza ed. en noviembre de 2013. Mi ejemplar es una tercera edición, de mayo de 2014, con prólogo de Sebastián Álvaro, semblanza de Emilio Blaxqi y un epílogo de Manuel Jabois.

www.pepitas.net

jueves, 19 de noviembre de 2015

PRESENTACIÓN DE CARTA DESDE EL TOUBKAL EN LA LIBRERÍA AGAPEA TEATINOS

Este viernes, día 20, presentaré Carta desde el Toubkal (Ediciones del Genal, 2015) en la Librería Agapea Teatinos de Málaga. El acto tendrá lugar a las 20:00 horas, y todo el que asista se llevará un marcapáginas de regalo.

 ¡Nos vemos allí!

Carta desde el Toubkal en la Agenda cultural de la librería Agapea

miércoles, 18 de noviembre de 2015

CARTA DESDE EL TOUBKAL EN EL OTOÑO CULTURAL DE OLVERA


Carta desde el Toubkal en Olvera

Mañana jueves 19, a las 19:00 horas, presentaré Carta desde el Toubkal en la Biblioteca Pública de la localidad de Olvera, un pueblo de la serranía gaditana al que le tengo mucho cariño, pues estuve allí tres años dando clases de Educación Física en el Instituto Zaframagón. Sin duda, también será una buena ocasión para reencontrarme con amigos y antiguos compañeros.

Pedro Delgado Fernández en Olvera

Invitación a la presentación de Carta desde el Toubkal

sábado, 14 de noviembre de 2015

VI JORNADAS DE LITERATURA, CINE Y MONTAÑA EN VITORIA-GASTEIZ



El próximo lunes, día 16, presentaré Carta desde el Toubkal en Vitoria-Gasteiz, en el marco de las VI Jornadas de Literatura, Cine y Montaña que organiza la Facultad de Letras de la ciudad.



 Para mí será un día muy especial, pues, al margen de lo que anima que me inviten a unas jornadas como éstas para hablar de mis libros y mis viajes, me va a dar la oportunidad de mostrar en público el vídeo que hemos realizado en el Instituto Isaac Albéniz de Málaga para apoyar mi intervención, una grabación que habla de la relación de la mujer con la montaña, y que no habría sido posible sin la ayuda y el buen hacer del profesor de la asignatura de Cine, Enrique Sánchez, y sus alumnos. Un trabajo que, como no podría ser de otra manera, está dedicado a todas las mujeres a las que alguna vez acompañé por aquellas montañas.

Abandonando el refugio de Neltner, 2007 (Fotografía: Mª Ángeles García)

 Si viven cerca, no se lo pueden perder.




 Y ya de paso, si les gusta la literatura de montaña, lean la crítica literaria que hice hace unos días en Calle 1 sobre K2 Enterrados en el cielo, el ensayo de Peter Zuckerman y Amanda Padoan sobre el día más mortífero en la montaña más peligrosa del mundo. Un libro editado exquisitamente por Capitán Swing.



http://pedrodelgadofernandez.blogspot.com.es/2015/11/k2-enterrados-en-el-cielo.html

jueves, 12 de noviembre de 2015

CLAUSURA DEL I FESTIVAL ITINERANTE DE LITERATURA DE MONTAÑA, VIAJES Y AVENTURA



El pasado viernes, clausuramos en Ronda el I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura; un evento que, en horario de tarde, ha recorrido la provincia de Málaga durante cuatro días para llevar este tipo de literatura a los lectores. El festival, organizado por la librería Proteo y Prometeo de Málaga y Ediciones del Genal, contó, en mayor o menor medida, con la colaboración de los Ayuntamientos de Vélez-Málaga; Mijas; Antequera y el Centro Andaluz de Ronda, que cedieron sus instalaciones para el acto.

 Para que un evento de este tipo tenga éxito, es fundamental la promoción del mismo en las televisiones y radios locales, así como entre los colectivos afines a la temática (grupos de montaña y senderismo, clubes de lectura, etc.). En los pueblos donde se volcaron con el festival, como Mijas y Ronda, donde dieron una rueda de prensa varios días antes de nuestra llegada y promocionaron el acto entre el mayor número posible de colectivos, la asistencia fue muy buena; pero no ocurrió igual en Vélez-Málaga y Antequera, donde, lamentablemente, no se le dio ese tipo de difusión y la asistencia de público se vio mermada. Cuando una organización y un grupo de escritores se aprestan a realizar un esfuerzo, es necesario que éste sea correspondido por la localidad donde se ubica el evento; y eso es algo que se tendrá que tener en cuenta para próximas ediciones.

 De todas formas, puedo calificar la experiencia de muy positiva, contribuyendo con mi granito de arena a engrandecer este tipo de literatura que tan buenos ratos nos hace pasar, permitiéndonos subir montañas, atravesar continentes, selvas y desiertos sin salir de casa. Quiero darles desde aquí las gracias a todos los que apoyaron con su presencia el festival, y más gracias todavía a los que vinieron desde otros pueblos cercanos. También a mis dos compañeros -y ya amigos- de ruta: Sebastián González y Clemente González; a Jesús Otaola de Ediciones del Genal y Librerías Proteo y Prometeo y a los organismos que, repito, en mayor o menor medida, colaboraron con el evento.

 El año que viene más y, si se puede, mejor.

 Aquí os dejo algún recorte de prensa y unas fotos del festival, que espero poder ir ampliando en los próximos días.


Dani Sánchez, Pedro Delgado y Antonio Aranda en Vélez-Málaga, 3 de noviembre de 2015
I Feria Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Recorte de prensa del diario Mijas semanal (Nº 658)

I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura, 2015
Fotografía: Lucía Rodríguez

I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura, 2015
Fotografía: Lucía Rodríguez

Danielle Brouns y Pedro Delgado Fernández. Antequera, 5 de noviembre de 2015
I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Fotografía: Lucía Rodríguez

Pedro Delgado, Sebi González y Clemente González en Antequera 2015
I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Fotografía: Lucía Rodríguez

Clemente González durante su proyección de imágenes del Caminito del Rey en Antequera
I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Fotografía: Lucía Rodríguez

Pedro Delgado Fernández durante su intervención en Antequera, 5 de noviembre de 2015
I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Fotografía: Lucía Rodríguez

Sebastián González durante su intervención en Antequera, 5 de noviembre de 2015
I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Fotografía: Lucía Rodríguez

I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura
Fotografía: Lucía Rodríguez

I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura
Fotografía: Lucía Rodríguez

Sebi González, Pedro Delgado, Roge y Clemente González en Antequera, 5 de noviembre de 2015
I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura

Fotografía: Lucía Rodríguez





Fotografías: Lucía Rodríguez

martes, 3 de noviembre de 2015

ARRANCA EN VÉLEZ EL FESTIVAL ITINERANTE DE LITERATURA DE MONTAÑA, VIAJES Y AVENTURA


Pedro Delgado Fernández en el escaparate de la Librería Proteo
Fotografía: Lucía Rodríguez

Le he debido coger gusto a eso de decorar escaparates, porque hace unos día volví a la librería Proteo para decorar uno de sus ventanales; en este caso para promocionar desde la cristalera el I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura que organiza la propia librería junto a Ediciones del Genal, los ayuntamientos de Vélez-Málaga, Mijas, Antequera y el Centro Andaluz de Ronda. Un Festival que arranca hoy martes, día 3, en el Palacio del Marqués de Beniel de Vélez-Málaga. La cita es a las 20:00 horas, y estáis todos invitados.


El I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura en el escaparate de Proteo
Fotografía: Lucía Rodríguez

 Recordad que el festival es itinerante, y que cada tarde de esta semana tendrá una sede distinta:

Martes: Vélez-Málaga (Palacio Marqués de Beniel, 20:00)
Miércoles: Mijas (Teatro las Lagunas, 17:30)
Jueves: Antequera (Biblioteca San Zoilo, 19:00)
Viernes: Ronda (Centro Andaluz, 20:00)

 Y si no os vienen bien las fechas o los horarios, siempre podréis acercaros al escaparate de Proteo y adquirir alguno de sus libros: será como calzaros las botas, agarrar la mochila y el bastón de trekking o el piolet y vivir una nueva aventura.


Escaparate de la Librería Proteo de Málaga (Fotografía: Lucía Rodríguez)

http://cartadesdeeltoubkal.blogspot.com.es/2015/11/i-festival-itinerante-de-literatura-de.html


domingo, 1 de noviembre de 2015

I FESTIVAL ITINERANTE DE LITERATURA DE MONTAÑA, VIAJES Y AVENTURA



¡¡Nos echamos a la carretera!!

 La primera semana de noviembre, del 3 al 6, participaré en el I Festival Itinerante de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura, un evento organizado por Librería Proteo y Prometeo y Ediciones del Genal. Durante esos días, y en compañía de los hermanos González Suárez, visitaremos Vélez-Málaga, Mijas, Antequera y Ronda.

 Con el objetivo de promover y facilitar el acceso a este tipo de literatura, los lectores podrán acceder a una amplia selección de libros sobre la temática del festival, y mantener un diálogo directo con los tres autores participantes, los cuales presentarán y firmarán sus últimas obras.








 Si les apasiona el tema, o quieren empezar noviembre con un soplo de aire viajero, anoten en el calendario las fechas. Esos días, ¡¡vamos a su encuentro!!

3 de noviembre: Vélez-Málaga.
                           A las 20:00  Palacio del Marqués de Beniel.

4 de noviembre: Mijas.
                           A las 17:30  Teatro de las Lagunas.

5 de noviembre: Antequera.
                           A las 19:00  Biblioteca de San Zoilo.

6 de noviembre: Ronda.
                           A las 20:00  Centro Andaluz.